domingo, 23 de junio de 2013

El Verdadero Mall


Durante los últimos años hemos sido testigos con frecuencia de cómo los ciudadanos, pobladores, habitantes, autoridades y un sin fin de actores de nuestra sociedad se han visto obnubilados por la ideal del Mall comercial.

Con desazón y resignación comprobamos como en distintas ciudades se han realizado los más insólitos “ajustes urbanos” de manera de facilitar la materialización del bien más representativo de nuestra actual sociedad de consumo, alcanzando con su edificación el “estatus” de ciudad moderna, donde sus habitantes pueden acceder a los mismos beneficios que cualquier urbe desarrollada.
Mall Plaza Barón, Valparaíso.
Mall Pasmar, Puerto Varas
Mall de Castro, Chiloé




 
Esta pérdida de enfoque en los reales valores en la construcción de la ciudad, entendida como el espacio común de todos nosotros, ha dejado muy atrás la verdadera capacidad de reflexión que, ahora sí, las grandes ciudades del mundo han tenido en momentos cruciales de su historia.
  

El verdadero Mall, corresponde a un gran espacio público que fue tema principal de reflexión  en el año 1901, en la ciudad de Washington.

En ese entonces, distintas personalidades y técnicos se reunieron y discutieron sobre cómo poder conectar un sinnúmero de lugares representativos de la ciudad, salvar las dificultades del emplazamiento  (cauce de un río), resolver problemas de tráfico, plantear la generación de nuevos edificios públicos, el traslado de infraestructura urbana, entre otros varios aspectos. Todo sobre la base de un plan anterior, de al menos cien años antes, correspondiente a Pierre L’Enfant. Es decir la planificación de la ciudad y la construcción de sus espacios públicos fue un tema primordial que estuvo presente desde sus inicios.
Plan Macmillan para el Mall de Washington.


Como resultado,  El National Mall de Washington es hoy un gran espacio ciudadano y republicano, icónico de la ciudad, representativo del profundo sentimiento cívico de la sociedad norteamericana. En él es posible realizar desde picnics, hasta protestas pasando por las más tradicionales celebraciones cívicas. Cuenta con grandes áreas de jardines, museos, monumentos, galerías y edificios públicos.


 ¿Qué espacio, de tan notables características e historia podemos encontrar hoy en nuestras ciudades?   
¿Será que en nuestras autoridades y representantes hay demasiada preocupación por lo inmediato, y nos olvidamos del mañana y lo trascendente?

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